1.4.08


RETORCIENDO PUDORES

Por Adrián Mariscal

Sus furtivas pretensiones ostentaban mi pudor, en esos momentos yo no estaba dispuesto a jugar a ser su experimento y desnudarme frente a ella para servirle de fetiche y objeto inmóvil aunque ambos sabíamos que era necesario y que ningún arte podía ser posible sin su llegada.

Rígidamente alistaba sus pinceles mezclando los oleos y mientras divagaba formulando el color de la piel rojiza del recato humano miraba mi cuerpo para hacer mediciones aproximadas al iniciar sus primeros trazos en la blancura solitaria de su cuadro…

¡Desnúdate!-dijo escuetamente cuando me hacia el desinteresado jugando a ser indiferente…mis piernas al escuchar su presunta invitación ululaban temblorosas y mi visión aun imperceptible trataba de disimular el estado de shock que me transparentaba el aliento, mis dientes temblaban de frío y de despojo recurriendo a la inestabilidad frenética para engancharse al nerviosismo; el sudor comenzó a lubricar mis miedos resbalándose en cosquilleos que provocaban excitación por mi abdomen indefenso.

- ¿Por qué el miedo?, este será un secreto entre tu y yo, además, ¿que interés tendría el mundo por conocer al protagonista de mi más reciente creación?, no seas ingenuo, han sido muchos los que han plasmado su esencia en los folletos de mi arte, al contrario, deberías considerarte afortunado por haber sido elegido como canal de entre tantos otros para expresar mis mensajes-me decía soezmente con una sonrisa lacónica y retadora que poco a poco fue ganándose mi confianza y así mismo fui despojándome uno a uno de mis disfraces: los zapatos… la corbata… la camisa…prenda tras prenda hasta quedar desarmado con la única protección del sonrojeo de mi decencia.


Sospechaba a ciencia cierta cuales eran sus intenciones y antes de asegurarme de ellas se abalanzo a mis brazos y de alguna manera incrusto su poderío dentro de mi para sugestionadamente hacerme sentir parte de ella…provocó tanta extrañeza en mí que perdí desesperado la inocencia y deslicé bruscamente mis manos sobre su estructura cuando ella entre suspiros expirantes de placer me dijo que suavemente era mejor. Así comenzó todo, yo escribiendo en su lienzo mientras ella me susurraba pedazos de poesía; pasamos muchas horas juntos, aprendí a hacer el amor con una locura exquisita e insaciable, ella se alimento de mis ideas para consolidarse como la única musa de todos los tiempos y yo a cambio del deseo que me obsequió le escribí tantos versos sobre su espalda que desprendían el aroma de su infinita divinidad.

Todo había sido mágico en aquel torrente prodigioso y cuando le propuse ser su eterno amante acepto con una mueca de agrado, pero al preguntarle su nombre dio un sobresalto inesperado y abriendo la ventana de la habitación se regalo al aire dejando en el viento su nombre pintado:

Inspiración…

Desde aquella noche espero paciente a que entre por mi ventana, y una vez frente a mi, juego a perderla y a descubrirla y sé que la descubro siempre mejor de como la he perdido para concluir arrojándola en cada punto final.


Dibujando pudores
Dibujando pudores por Édgar MT

Este dibujo fue una colaboración con una revista universitaria ilustrando el texto de Adrian Mariscal, me encantó el cuento y acepté sin dudarlo, fue entretenido pensar como podría hacerlo y padre hacerlo en blanco y negro, cosa que no hacia desde hace tiempo. A ver si pronto me toca verlo en formato tangible hehehe.
Gracias a Brenda por invitarme.


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