21.12.09





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Esperando en la carretera el autobús que me lleva al trabajo, cuando he ido ya muy justo de tiempo o hasta unos minutos tarde, tenía la suerte de encontrarme a mi compañero el de la moto. Él, muy amable acercándose me gritaba “¡Vámonos Édgar!” El hecho de que fuera una motocicleta vieja y tremendamente ruidosa me causaba una pena y temor considerable, además de que tenía años sin subirme a una, pero si seguía esperando, llegaría tarde al trabajo.

Lo mejor que pude hacer fue montarme y asegurarme bien para no caer. Ya en marcha, me entretuve viendo por el retrovisor cómo mi cabello volaba y se esponjaba cada vez más y más, viendo lo cerquita que pasábamos de los carros y viendo como el compañero era peor conductor que un repartidor de pizzas. Cuando de repente ya estábamos en el trabajo, yo un poco aturdido pero muy agradecido por haberme hecho llegar sólo 3 minutos tarde.

Tengo que mencionar que soy sumamente serio en el trabajo, si conozco al motociclista es porque resultó ser amigo de la infancia de dos de mis hermanos.

La historia se repitió constantemente. A veces tomaba el camión, a veces la moto. Hasta que un día, yo muy despeinado, como últimamente en ese entonces, pude notar que otros compañeros que se reunían para fumar en la entrada del trabajo bajo la sombra de un árbol, nos observaban de manera particular, diciendo cosas que no alcanzaba a escuchar y soltando risillas sospechosas.
Desde entonces mi compañero comenzó a ser victima de bromas y de una carrilla que me incomodaba a pesar de que ni la entendía muy bien.

Los siguientes días empecé a salir de mi casa más temprano, para poder llegar por mi propia cuenta y estar más a gusto, pero extrañamente parecía que el compañero pensaba lo mismo y me lo seguía encontrando y aunque yo me hacia el que no lo veía, o fingía que me amarraba las cintas o que estaba muy ocupado llamando por celular, para pasar desapercibido, él seguía acercándose y gritándome.
Los comentarios empezaron a ser más explícitos y por lo mismo más incómodos, mis intentos por evitar el aventón eran cada vez más ridículos! Moto VS camión, camión VS moto.

Desde el Lunes pasado he estado llegando en camión y he notado que el de la moto llega una hora después de lo que solía llegar cuando me llevaba. Tal vez, también se incomodó.

El Jueves y el Viernes llegué 17 minutos tarde. Necesito un aventón u_u

Toro y Moi - talamak



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